Soy suave y triste si idolatro, puedo
bajar el cielo hasta mi mano cuando
el alma de otro al alma mía enredo.
Plumón alguno no hallarás más blando.
Ninguna como yo las manos besa,
ni se acurruca tanto en un ensueáo,
ni cupo en otro cuerpo, así pequeáo,
un alma humana de mayor terneza.
Sé la frase que encanta y que comprende,
y sé callar cuando la luz asciende
enorme y roja sobre los barrancos
un alma humana de mayor terneza.
Plumón alguno no hallarás más blando.