Desterrado de un amor...
Peregrino de un querer...
Fugitivo de tus ojos,
sólo sueáo con volver
y mis noches se despueblan
y de brumas es mi amanecer.
De tu amor soy un cautivo
porque en mí todo te nombra;
desde el mar que brama altivo
hasta el valle, que furtivo,
de tu amor me habla en la sombra.
Al cantar, te nombra el ave...
Al morir, te nombra el día...
Y al pasar, el aire suave
ecos trae de lejanía
que te nombran sin cesar...
Que me puedas olvidar
mientras sólo pienso en ti,
que me niegues el cariáo
mientras tengo tu alma en mí,
son las dudas que me envuelven
desde el día que te conocí.