Toca esa vieja canción
que un día bailé con mi nena,
llena ese vaso de ron
que la garganta me quema.
Rómpeme el corazón,
porque aunque beba no hay borrachera que ahogue mi pena,
música, humo y alcohol,
versos que apenas recuerda.
Dónde esta la camarera,
se tambalea y maldice la sangre que corre en sus venas;
pidió una explicación,
un no halló por respuesta.
Luces y risas y el viejo que grita que un día de estos se quita la vida.
Y el día que muera ponedme una vela, ya nadie en la casa a cenar le espera.
Ya terminó la canción;
se mataría por verla.
Ya nadie en la casa a cenar le espera,...