Olvidé cuidar mi huerto por cuidar huertos ajenos
Olvidé labrar la tierra que hay en mi
Olvidé sentarme a solas y escuchar ahí tu voz
Olvidé cerrar mis ojos y sentir
Y se secó el río que llenaba mi interior
La fuente que a mi huerto vida dio se secó
Ven y reposa sobre este huerto
Que su fragancia perdió
Vuelve a llenarme de tu presencia
Ven a saciarme otra vez
Otra vez, sacíame, otra vez
Olvidé voltear a verte, limité mi devoción
Descuidé aquellos momentos de oración
Olvidé que detenerme era casi obligación
Y corría cada día sin control