Soplaban vientos del sur
Y el hombre emprendió viaje.
Su orgullo, un poco de fe
Y un regusto amargo fue
Su equipaje.
Miró hacia atrás y no vio
Más que cadáveres sobre
Unos campos sin color.
Su jardín sin una flor
Y sus bosques sin un roble.
Y viejo
Y cansado
A orillas del mar
Bebióse sorbo a sorbo su pasado.
Profeta ni mártir
Quiso Antonio ser.
Y un poco de todo lo fue sin querer.
Una gruesa losa gris
Vela el sueño del hermano.
La hierba crece a sus pies
Y le da sombra un ciprés
En verano.
El jarrón que alguien llenó
De flores artificiales,
Unos versos y un clavel
Y unas ramas de laurel
Son las prendas personales,
Del viejo y cansado que
A orillas del mar
Bebióse sorbo a sorbo su pasado.
Profeta ni mártir
Quiso Antonio ser.
Y un poco de todo lo fue sin querer.