Se va la tarde en Zanja Honda,
la playa es bruma y resplandor,
el viento desde el mar invoca su voz.
Dicen que vuelve cada marzo,
que canta cuando ya no hay luz,
y desde la Playa del Faro
la vieron flotar hacia el Sur.
Vine a verte, aparecida, luz del mirador,
música de las mareas.
Con el ocaso detenido
el mar es menos que un rumor,
y da paso a cada sonido,
a cada cambio de color.
Me tiré solo hasta las dunas
con la primera oscuridad
a verla andar sobre la espuma,
toda mentira y de verdad.
Vine a verte, aparecida, luz del mirador,
música de las mareas, dame tu canción.
Crucé la noche caminando
desde El Cabito hasta el farol,
colgándome de una botella,
tentando a la imaginación.
Y entre la caáa y la vigilia
la vi pasar más de una vez,
yo la seguía por la orilla
cuando empezaba a amanecer.
Vine a verte, aparecida, luz del mirador,
música de las mareas.