Yo tengo pintada en la piel la lágrima de esta ciudad, la misma que dá de beber, la misma te hará naufragar. Yo tengo en la piel su sabor, un leve resabio de sal, que nunca he sabido esconder, que nunca he sabido mirar. Si dejo elegir a mis pies me llevan camino del mar, me llevan camino del mar, me llevan camino del mar. El mar que me trajo hasta aquí, el puerto en que habré de zarpar, un día pensando en volver, un día volviendo a escapar. Un día cualquiera me iré dejando su lágrima atrás la pena que me haga partir la misma me hará regresar. Si dejo elegir a mis pies me llevan camino del mar, me llevan camino del mar, me llevan camino del mar.