No vas a creer que todo esté tan bien que hasta creo en los golpes del corazón. No vas a creer qué débil es tu voz que ni siquiera oigo las palabras del adiós. Te vas perdiendo en la memoria, quebrando las horas de mis olvidos. El amor no vuelve jamás, ya lo sé. Y que los sueáos sin dormir pronto se han de olvidar. Hay tiempo para pensar, hay tiempo para recordar que nunca fuimos aquellos que dijimos ser, que dijimos ser. No vas a creer que todo esté tan bien que hasta creo en los golpes del corazón. No vas a creer que débil es tu voz que ni siquiera oigo las palabras del adiós. El odio es fácil de engaáar, ya lo sé. Y que siempre se pierde a solas con el corazón. Hay tiempo para pensar, hay tiempo para recordar que nunca fuimos aquellos que dijimos ser. Ahora el corazón ya no se esconde más. Sólo pulsar, sólo latir. Ahora espera sangrar. Espera sangrar.