Veo el mundo por tu ojo
Y me parece que el despojo no es tal despojo,
Que la riqueza no es tan rica
Ni la miseria tan mísera,
Ni la vida tan efímera:
Será quizás que mis verdades son mentiras.
Me asomo a tu ventana
Y veo la guerra desde la cama,
El hambre sentada a mi mesa,
Un general a mi vera:
Blanca y negra es mi ceguera
Y estas verdades de tanto peso son tan ligeras.
Veo el mundo por tu ojo,
Y veo que el loco no está tan loco,
Que el ladrón es generoso,
El pecador es santo,
Y que el llanto es alegría:
Será quizás que mis verdades
Son sólo mías.
Mirando por tu monóculo,
Veo artistas de carne y hueso,
De vez en cuando, un abrazo,
De año en año, un beso.
Estos algos que son nadas,
Estas verdades de tanto peso
¡son tan vanas!
Y ahora veo con mis ojos
Y me deslumbran las realidades:
El rojo es siempre rojo,
El negro es negro,
Y la mentira es mentira,
Y no es verdad
Que mis verdades son sólo mías.