Ayúdame, Dios mío, ayúdame a olvidarla, arráncame del alma esta pasión tan loca. Ayúdame, Dios mío, no quiero recordarla. Prohíbele a mi boca que la vuelva a nombrar. Si escribiste el destino de los dos con diferentes rutas, no me dejes pecar al querer alcanzar lo que no puede ser. Ayúdame, Dios mío, ayúdame a olvidarla, matando este cariño que no puedo evitar. Ayúdame, Dios mío...