Quien me cuenta, quien se inventa, una noche para mi. Quien se aleja, quien refleja, todo lo que ayer viví. Hasta aquí, como he llegado hasta aquí, que bebí, que cojones me bebí... No me acuerdo, no estoy cuerdo, aficiono a enloquecer. No soy serio, no me abstengo, algún día me colgaré. Hasta allá, como me arrastro hasta allá, que me das, si soy bueno que me das. Seguiré siendo un desastre y a veces un cabrón, hasta el día que me muera. De esos que cierran los bares, con un buen colocón y acaban por las aceras. Si me gusta, si me encanta, estoy hecho para esto. Ni me asusta, ni me espanta, ni tampoco lo detesto. Hasta el fin, como se aguanta hasta el fin, qué reir, cuanto tengo que reir. Seguiré siendo un desastre y a veces un cabrón, hasta el día que me muera. De esos que cierran los bares, con un buen colocón y acaban por las aceras. Pues que vivan los desastres, los pringaos y calaveras los que disfrutan los bares, dueños de su vida entera.