Hija mía antes de irme de este mundo te diría tantas cosas que mi madre por temor no me decía. Hija mía siendo joven me sonríe aún la vida y es por eso que hoy te quiero dar la rosa y sus espinas. Te diría que en el mundo se intercambia vanidad que es muy caro y muy difícil encontrar felicidad que hay caras que sonríen y otras que nunca perdonan si hay caras, muchas caras, pero en la misma persona. Y en la tierra aún se estila cada cual con su pareja mientras no te veas fea, mientras no te pongas vieja y al que sueña se le acusa de inmoral no de demente y para poder soñar hasta se droga la gente. Hija mía en que estrella esperarás al fin el día que soñando construirás contigo un mundo de alegría todo espera, y al principio será todo una aventura sigue el juego y que pronto notarás que poco dura. Hay caminos y senderos donde aún existe amor más la trampa esta consiste en llenarte de temor todo el mundo necesita de una mano y un abrazo sin embargo se lo oculta como a cara de payaso. Yo no se porque al final vienes a este manicomio pero entiendo que es paraje de un pasaje transitorio mientras tanto tiene en cuenta que tu madre no es amarga ella viene desde lejos, y la lucha ha sido larga.