El sol de mi guitarra huyó desolada quedé, y sola sin el SOL en Mi traté de descubrir adonde el Sol se fue y el Mi se fue con él. El Fa no pudo contestar de soledad tal vez vivía entre los dos. El Si, por fin dijo no sé ni el Do, ni el La, ni el Re pudieron responder. De repente una mañana de mi pecho se escapó una voz que me decía por aquí esta el Sol y empezamos andar entre telarañas de un viejo disfraz y rostros de amores que ya no están. Siento que remonto vuelo y voy planeando en espiral sobre muertos no olvidados sobre el bien y el mal y la niña que fui se alegra de verme llegar al final donde el Sol va a dar a luz el amor. Y canta ... Aunque no lo veamos el sol siempre está.