En las calles sucias de la ciudad,
Donde los poderosos juegan su papel,
La corrupción se cuela sin piedad,
Y la justicia parece un fino burdel.
Los pobres sufren en silencio,
Mientras los ricos se enriquecen más,
La desigualdad es un agravio intenso,
Que envenena cada rincón, cada compás.
¡Levantando la voz contra la opresión!,
¡Gritando fuerte por la justicia y la razón!,
No nos rendiremos,
No nos callaremos jamás,
Los políticos juegan sus juegos,
Mientras la gente lucha por subsistir,
Las promesas vacías son sus ruegos,
Y la esperanza se empieza a consumir.
La represión policial es el arma,
De aquellos que temen perder su poder,
La libertad se vuelve una lucha sin calma,
Pero el pueblo unido puede vencer.
¡Levantando la voz contra la opresión!,
¡Gritando fuerte por la justicia y la razón!,
No nos rendiremos,
No nos callaremos jamás,