Nunca, nunca te diré,
que por tí me estoy muriendo
todo el mundo ya lo sabe,
tú quizás no lo sabrás.
Tus caprichos no podrán nunca jugarse conmigo
ya que la oportunidad
nunca nunca la tendrás.
No me imprta que me digan que te tengo gran terror,
debo ser más precavido y alejarme de tu amor
yo sé por qué caprichosa
eres tú y es por eso
que te temo
pues no quiero ser un títere gobernado por tu amor.
No me importa ...
Caprichosa seguirás por el resto de tu vida,
si volvieras a nacer caprichosa vas a ser.
Caprichitos a mí ¡no!