Y si estÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás vistiendo con espinas a tu pecho
cÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂómo dÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂándote por cierto
que el dolor es acierto para poder llegar.
Ese estante repleto de tus propios duelos,
son las migas que dejaste para volver a ver.
SÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂólo agua y sol tratando de ir a lo mÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás alto,
pero en vuelo, si no ves viendo, el cielo aterrizo.
Oh! CuÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂántas redes sobre tus sienes.
Oh! Calma viene, une mis mil seres.
Deja ya de estar buscando mÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás formas de atraso,
y siente que en rÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂo se convierte el velo que te cegÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó.
PasÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó algo inesperado y el tiempo ha pasado
Converge, cual simiente, que al fin un dÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂa surgiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó.
Oh! CuÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂántas redes sobre tus sienes.
Oh! Calma viene, une mis mil seres