Vamos a buscar,
Al enorme dragón,
A su morada entre las ruinas de oro.
La noche nos guía,
El sol se asomará,
Y al volverse.
Lo obligaremos a dar su corazón,
A dar el antídoto,
Contra todos los males de este mundo.
Vamos a buscar,
Aquel viejo tiburón,
A las profundidades del mar de la sangre.
La marea misma,
Nos guiara,
Y al volverse.
Lo obligaremos a dar su dirección,
A dar en antídoto,
Contra todos los males que hay aquí.
Vamos en procura,
De un genio tirador,
Que pruebe con nosotros,
O busquemos la forma
De algo que nos cure, la preocupación,
Algo que nos sirva
Contra todos los males de este mundo.