La desición fue tomada,
Y Don Arturo era de palabra
Iba a pelearles, estaba claro
Al puro estilo Badiraguato,
Que se entregara, nunca hizo caso.
No me alcanzaron los santos
Para topar a un mundo de guachos,
En Cuernavaca temblo la tierra,
Por el que iban no era cualquiera,
Casi por nadien un beltrán leyva.
Don Arturo fue el primero,
Y se le puso el pecho a las balas
Fueron cayendo, uno por uno,
Se escucha un grito, que viva El Barbas,
Era Chalito por la ventana.
Tampoco se fueron lizos,
Nos los llevamos entre las patas,
Y se fue uno, otros que siete
De todos modos, nunca la pierde,
No dicen todo, no les conviene.
Así es la vida del hombre
Cuando te envuelve la vida recia,
Ganas y pierdes, lo más seguro,
Todo es incierto, y más el futuro,
Eran palabras de Don Arturo.