Se marchó a la calle esta maáana
al entierro de su compaáero
por la decisión de su mirada
yo sabía que iba al matadero.
Cuando ya hubo anochecido
lo trajeron mal herido
y pensé que inutil oblación
sólo era un niáo.
Qué dirán los que mandaban
qué dirán sus compaáeros
quién sabrá que al verse morir
siguió creyendo.
Me dirán que fué simiente, me dirán
me dirán que fué todo un valiente
me dirán no hay más camino, me dirán
me dirán que era su destino.
Pero quién dirá conmigo
si le queda algún amigo
ahora que me ven todos llorar
sólo era un niáo.
Me dirán que fué valiente
me dirán que fué el destino
quién dirá al verme llorar
sólo era un niáo.