Tanto que te encandilan que se dilatan tus pupilas.
Tanto que te cautiva que llegó en forma sorpresiva.
El modo que vibró en ti,
Yo lo supe porque lo vi.
Un acierto en el desierto,
Se vuelve un oasis.
Y es.
Que no hay forma de pensarlo se transforma,
No hay modo de darle nombre a esta forma,
Y solo con escucharle te conformas,
Ya resuena en tu cuerpo es lo que importa,
Sin nombre ni norma,
Ni cuerpo ni dogma.
Ay, ella sabe,
Todo lo que quiere y por más que le corra
El tiempo no se le pierde,
Puede que no se acuerde,
De todo lo que dice,
Más tú nunca olvidas como acierta y te predice.
La miras hacia arriba porque sabes que es divina,
Perpleja la contemplas y la vida te adivina,
Y no entiendes qué hace en ti,
Lo mejor es que ella sí,
Tú alerta es experta
En cambiarte todo
Y es.
Que no hay forma de pensarlo se transforma,
No hay modo de darle nombre a esta forma,
Y solo con escucharle te conformas,
Ya resuena en tu cuerpo es lo que importa,
Sin nombre ni norma,
Ni cuerpo ni dogma.
Ay, ella sabe,
Todo lo que quiere y por más que le corra
El tiempo no se le pierde,
Puede que no se acuerde,
De todo lo que dice,
Más tú nunca olvidas como acierta y te predice.
Yo no sé,
Ella es la que sabe.
Yo no sé,
Ella es la que sabe.