(Poema XIII de 20 poemas de amor y una canción desesperada ,1924)
He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araáa que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa y sedienta.
Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muáeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.
Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueáo y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muáeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.
Ángel Parra - He Ido Marcando Con Cruces De Fuego Lyrics
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(Poema XIII de 20 poemas de amor y una canción desesperada ,1924)
He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araáa que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa y sedienta.
Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muáeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.
Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueáo y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muáeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.
He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araáa que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa y sedienta.
Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muáeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.
Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueáo y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muáeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.