Las escenas de tus sueños se rompen cual frágiles cimientos
En los que tu pesada cruz amenaza con caer
Exponiendo aquellos fantasmas
Que velaban tus largas noches de pasiva seguridad
Despiertas en la incertidumbre, entre lamentos y aullidos de criaturas nocturnas
Compadeciéndote, pues no es a ellas que temes, sino a la profunda soledad
¿Qué es, ese vacío en el viento, que como intruso irrumpe en tus pensamientos, y potencia el padecimiento existencial?
Siniestro huésped que merodea, en la infinidad de los indiferentes espacios que te abruman, cual nada es aplastada por fuerzas cósmicas que no puedes ignorar
Huyes desesperado, a través de vírgenes páramos
Sin poder aferrarte de algo que te brinde tranquilidad
Inseguro de seguir, o a donde ir, sin sentido común al cual idealizar
Irremediablemente libre, te has unido a las criaturas en su incesante lamentar
Porque ahora falta el fin y desconoces el para qué
La eternidad gira y gira sin más propósito que roer el caos
Nadie te espera al final y a los sueños no podrás regresar
Presencias la sepultura de una absurda naturaleza
Que te absorbe en su interminable suicidar
Sin supremos valores que te guíen o relatos que te definan
En una muda y fría perpetuidad
Donde la comprensión de tu tiempo es tu profundo malestar