No hay nada mejor que hacer que sentarse a mirar
los árboles florecer y las nubes pasar.
Todo lo que hice fue una tontería
tan grande que llegué a creer en la astrología
y en la fuerza del movimiento de estrellas en el firmamento,
en las cuchillas de afeitar de tus besos.
Radiante de suciedad, manchada de viento,
no hay nada mejor que hacer que perder el tiempo.
Desde hace cuatro días estoy plantado
pero no he visto crecer flores en mis manos.
Y recuerdo el movimiento y el humo de los motores,
el brillo que llega del interior de la Tierra.
Todo lo que hice fue una tontería
tan grande que llegué a creer en la astrología
y en la fuerza del movimiento de estrellas en el firmamento,
en las cuchillas de afeitar de tus besos, de tus besos.