He roto la corteza
que te cubre.
Todo se ha vuelto rojo y puede
que se inunde,
tu barriga se quema,
tu vida se hunde,
pero la ceniza
nunca se pudre.
Tu cabeza morena
huele a azufre,
tu garganta sangrienta
huele a azufre,
tu sonrisa de hiena
huele a azufre,
por la noche habrá tormenta y puede
que se inunde.