Quiero quitarme esta pena me hiere cuando estalla, porque no tengo el alma hecha a la pena y mi cuerpo no se halla. No son mis ojos sin los tuyos dos cuencas vacías, solitarias, no sé que es de mi boca, de mi boca sin tu aliento, sólo el calor de tus ojos adivinan, vida mía, lo que yo siento. Y a veces se me olvía la razón, mi impulso determina violento desafío, por querer la libertad como el agua de los ríos. En noches de frío y viento por mar yo naufrago, y ya no volveré a verte, me iré muriendo despacio si pueo yo perderte. Yo creí que tu boca era mía, pero mi sangre se entristece por mis venas, vida mía. Yo creí que tu cuerpo era mío, pero te fuiste en silencio como el agua de los ríos.