Cuatro milpas tan solo han quedado
Del ranchito que era mío Ay, ay, ay, ay!,
De aquella casita tan blanca y bonita
Lo triste que está.
Los potreros están sin ganado,
Ya todito se acabó Ay, ay, ay, ay!,
Ya no hay amapolas, ni yerbas, ni aromas,
Ya todo acabó.
Me prestaras tus ojos morenos
Los llevo en el alma, que miran allá
Los despojos de aquella casita,
Tan blanca y bonita, lo triste que está.
Cuatro milpas que tanto quería,
Que mi madre las cuidaba Ay, ay, ay, ay!,
Si vieras que solas, ya no hay amapolas
Ni yerbas de olor.
Me prestaras tus ojos morenos
Los llevo en el alma, que miran allá
Los despojos de aquella casita,
Tan blanca y bonita, lo triste que está.