Bailan en la cubierta
marinero y capitán
brujas músicas para enlesar
a esos pescadores que
seguirán aquel barco en luz.
Y si algún pescador
se le atraviesa al capitán
lo abandonan en una caleta
con embelesos que
culparán aquel barco en luz.
Sin partir se aleja,
sin volver regresa,
y al horizonte
murmura y brilla.