Que de la llanura viene
lo dice el tranco miedoso:
a un pie le pide permiso
para levantar el otro
y entero lo descompone,
el camino pedregoso.
Que el litre da mala sombra
le dijeron cuando mozo
y a ningún árbol se arrima
si no sombrea con otro,
halla maligna intención
hasta en el sauce piadoso.
Los montaáeses le gritan
en el último recodo:
caminos de la montaáa
son de Dios y de nosotros.
Voz del viento que atropella
oye cerrando los ojos
y hace una cruz de suspiros
por su llanura en reposo
cuando pasa el remolino
de papel y piedra y polvo.
Digo que cantan de noche
los altos pinos sonoros.
Nada supo el forastero
del corto tranco miedoso
y se va con el permiso
de un pie para alzar el otro.