El niáo busca su voz.
(La tenía el rey de los grillos).
En una gota de agua
buscaba su voz el niáo.
No la quiero para hablar;
me haré con ella un anillo
que llevará mi silencio
en su dedo pequeáito.
(La voz cautiva, a lo lejos,
se ponía un traje de grillo).