Se está acabando el día y el crepúsculo
se extiende por el aire silencioso.
A lo lejos, el fuego en los hogares
a la mesa servida y el reposo.
Si pudiese ocurrir. Si fuese cierto...
Si pudiese ocurrir, si fuese cierto
que ya se acaba el día y en el cielo
van surgiendo las voces cristalinas,
las manos que se ofrecen, las miradas,
la canción que festeja la vendimia.
Si pudiese ocurrir, si fuese cierto
que ya llega la tarde y aparece
el gesto que reparte toda entrega,
el signo del sosiego al fin logrado
la puerta que descubre alguna estrella.
Si pudiese ocurrir, si fuese cierto
que se anuncia la noche y todos, juntos,
se miran sin creer que ya no exista
ese lento dolor de tiempo duro
que aplastaba y mataba y persistía.
Si pudiese ocurrir, si fuese cierto...