Derrochados, barbudos, hambrientos y cansados,
con los hombros cargados de ásperas verdades,
alzando todavía escalas por el viento,
aparejando naves de colores inciertos;
silenciosos, indemnes, hirsutos, remendados,
enfermos de futuro, con los trajes gastados.
Volver, sedientos del amanecer,
volver, al sitio de amar,
volver, con tanta espera sin abrir,
volver a ti, volver,
volver, buscando una raíz o un mar,
volver, heridos de ser,
volver, con tu setiembre a flor de piel,
volver a ti, volver.
Exigiendo camisas de luz para el domingo
inaugurando al fin las calles invisibles,
denunciando, inclementes, los próximos metales
entierrados de cara, de piernas, de ideales,
ardientes, matinales de nueva fantasía,
a horcajadas en tiempos de más pajarería.
Volver, al verde que nos vio partir,
volver, al barrio de ayer,
volver, al territorio de nacer,
volver a ti, volver,
volver, sin equipaje ni razón,
volver, buscando un quizás,
volver, desnudos como cada vez,
volver a ti, volver.