Vivo en la hora suspendida entre la noche y el día.
Caminé en la orilla detenida de los cielos antes de ser mar.
Voy entre mundos fugaces, pisadas de ángel, en la levedad.
Claro entremundo distante, ambiguo y constante de la brevedad.
Tierra donde empieza el silencio y donde tiembla aún la música.
Mundo entre grávidos y muertos, entre muelles que surcan espejos.
Voy entre mundos fugaces, pisadas de ángel, en la levedad.
Claro entremundo distante, ambiguo y constante de la brevedad.