Ay, aún brillan con el sol
Las aguas de tu piel
Quebradas por la helada.
Ay, tus horas de temblor
Honor que fue fugaz
Y que rasgó tu alma.
Y sola en el silencio
Empiezas
Tu mundo propio.
Sola en tus pensamientos
Habitas
Tu cuarto propio.
Ay, esta fragilidad
De ver la oscuridad
Y oír música ausente.
Ay, esta fatalidad
De ser igual y ser
Un cuerpo diferente.
Y sola en el silencio
Empiezas
Tu mundo propio.
Sola en tus pensamientos
Habitas
Tu cuarto propio.
Ella muere y ella cambia
Ella sabe y ella mata
Ella es cárcel y es espada
Castigo y alabanza.
Ella dice y ella calla
Ella oculta y ella sangra
Madre, vieja, loca, santa
Ella pierde y ella gana