Cuando fui para la pampa
Llevaba un corazón
Contento como chirigüe
Pero allá se me murió.
Primero perdí las plumas
Y luego perdí la voz.
Y arriba quemando el sol.
Cuando vide los mineros
Dentro de su habitación
Me dije: mejor habita
En su concha el caracol
O a la sombra de las leyes
El refinado ladrón.
Y arriba quemando el sol.
Las hileras de casuchas
Frente a frente, sí señor,
Las hileras de mujeres
Frente al único pilón,
Cada una con su balde
Con su cara de aflicción.
Y arriba quemando el sol.
Paso por un pueblo muerto
Se me nubla el corazón,
Aunque dónde habita gente
La muerte es mucho mayor:
Enterraron la justicia,
Enterraron la razón.
Y arriba quemando el sol.
Si alguien dice que yo sueño
Cuentos de ponderación,
Digo que esto pasa en Chuqui
Pero en Santa Juana es peor.
El minero ya no sabe
Lo que vale su dolor.
Y arriba quemando el sol.
Me volví para Santiago
Sin comprender el color
Con que pintan las noticias
Cuando el pobre dice no.
Abajo la noche oscura,
Oro sale del carbón.
Y arriba quemando el sol.