Mojada entre sus sonrisas, a orillas de un río ella descubrío el amor, llevaba entre sus labios cándida inocencia y en el alma un fragil corazón. La vida le ha enseňado a reposar tristezas en un tibio del atardecer, comprende que en la vida todo tiene un precio, Luz María calla sin saber por qué. Vino de los campos, vino de tan lejos sin imaginar que sol no brilla igual, que desde una ventana pinta los paisajes donde un día sueňa en regresar. Venciendo las distancias de una madrugada, juanto a las estrellas camina Luz María, que al final del campo está primavera. Un adíos, un amor, una recompensa, un ramo de emociones se posó escondido entre tus maletas. Extraňas los perfumes de un viejo recuerdo, tú mayor deseo es poder recobrar la brisa de aquel río que borro el camino de regreso a casa y poder descansar. Vino de los campos, vino de tan lejos sin imaginar que sol no brilla igual, que desde una ventana pinta los paisajes donde un día sueňa en regresar. Venciendo las distancias de una madrugada, juanto a las estrellas camina Luz María, que al final del campo está primavera.