A la orilla de un palmar yo vide una joven bella su boquita de coral sus ojitos, dos estrellas. Al pasar le pregunté que quién estaba con ella y me respondió llorando: sola vivo en el palmar. Soy huerfanita no tengo padre ni madre ni un amigo hay que me venga a consolar. Solita paso la vida a la orilla del palmar y solita voy y vengo como las olas del mar