Si miras los largos caminos,
Por donde mi triste huella se fue
Verás que manchó sus flores
Con sangre viva mi padecer.
Si escuchas mi dulce guitarra,
En ella dormida te soñarás.
Tu sombra será un pañuelo,
Sobre la zamba que ya se va. .
Si andando, andando, niña,
Un día mis ojos te ven pasar
El llanto que voy llorando,
En los senderos florecerá.
Mi voz y la tuya, perdidas,
Se van al olvido para el ayer.
Mi pena, como un pañuelo,
Llora en la zamba su atardecer.
Mi pena y tu lento recuerdo,
Porque no me quieres se quieren ya.
Mi pena le da sus penas
Y tu recuerdo su soledad.