Las hojas de los álamos
Mira cómo pinta el otoáo de amarillo
las hojas de los álamos.
Así mi corazón se mueve mientras llueve,
tu recuerdo sobre mis huesos.
Tenía que volver para contarte,
que ha sido de mi vida en este tiempo,
de silencio...
Amiga mía.
No pude deshacer ni el sol ni el agua,
y en mi piel va tu piel ardiente fragua.
Ahora sólo tengo lo perdido,
lo que ya terminó, lo que aún percibo.
Perro que se ha perdido en el camino,
y ya no puede más con su destino.
Mira, cómo pinta el otoáo de amarillo,
las hojas de los álamos.
Así, mi corazón se muere mientras llueve
tu recuerdo sobre mis huesos.