Paso del Rey
Es un horizonte verde,
de arboledas que se pierden bajo el cielo azul.
Mientras pintan la maáana,
dos torcazas que se aman y descubres tú.
Un perfume a sol y a menta,
y casi sin darte cuenta te descalzas, y el rocío
te acaricia como un niáo.
Aquel que fui paladeando miel,
cuando era feliz en Paso del rey.
Sobre tus tejados rojos, se deshacen los despojos de mi juventud.
Cielo de mi primavera,
cantarillo que aún esperas, truco, escoba y mus.
Vuelvo juventud temprana,
a tus grillos y a tus ranas, al amigo más querido,
al adolescente herido.
Aquel que fui, desvelándome,
por una mujer en Paso del Rey.
Quiero ver crecer el cardo,
rama a rama sobre el barro hasta abrirse en flor.
Y a horcajadas sobre un pino,
ver el fondo del camino y olvidar quién soy.
Aunque sea por un momento,
sólo por beber el viento, remontar el puente, el río,
ser la piel de lo que he sido.
Aquel que fui paladeando miel,
cuando era feliz en Paso del Rey.